El amaranto es un grano pseudocereal que pertenece a la familia Amaranthaceae. Aunque se clasifica como un cereal debido a sus características nutricionales y uso culinario similar, no pertenece a la familia de las gramíneas, como el trigo o la avena.

El nombre “amaranto” proviene del griego “amarantos”, que significa “que no se marchita” o “inmortal”. Este grano ha sido cultivado y consumido en diversas partes del mundo durante milenios, especialmente en América Central y del Sur, donde ha sido un alimento básico en las dietas de algunas culturas.

El amaranto se obtiene de plantas del género Amaranthus. Existen varias especies de amaranto, pero las más cultivadas para consumo humano son Amaranthus cruentus, Amaranthus hypochondriacus y Amaranthus caudatus. El grano se encuentra en las cabezas florales de estas plantas, y su tamaño es similar al de las semillas de sésamo.

La planta de amaranto es resistente y adaptable, lo que la hace apta para diversas condiciones climáticas. Es conocida por su resistencia a condiciones adversas, como suelos pobres y climas secos, lo que la convierte en una opción valiosa para la seguridad alimentaria en regiones con recursos limitados.

Lo interesante del amaranto es su perfil nutricional. Es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, rica en aminoácidos esenciales. También contiene fibra, minerales como hierro y magnesio, y es una opción sin gluten, lo que lo convierte en una alternativa valiosa en la dieta de personas con sensibilidad al gluten.

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